Historia de la incorporación de la Lengua de Señas Argentina

en la pastoral de la Arquidiócesis de Buenos Aires

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En 1988 Celia Salas de Arcuri, persona sorda y profesora de Actividades Prácticas en el Instituto Antonio Pròvolo dedicado a la enseñanza de niños sordos en al zona de Caballito de nuestra ciudad,  llevó su preocupación de que las personas sordas no estaban siendo evangelizadas como corresponde a sus necesidades a Elena Grisotto, profesora de sordos del mismo colegio. Ella llevó esta inquietud a un grupo donde participaba y el Padre Pepe Casadevall se mostró interesado por esto.

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Elena y Pepe se pusieron a aprender lengua de señas con las Sras. Sonia Cobas y Nonon Famularo (ambas sordas) a fin de poder acercar y transmitir la palabra de Dios  a la comunidad sorda a través de una comunicación total sin barreras.

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Así el 23 de diciembre de 1988 se oficiara la primer Misa con la incorporación de LSA en la parroquia de Santa Lucía , en la cual participaron en la traducción de las lecturas  las tres profesoras (sordas) de LSA junto a la intervención del padre y la interprete .

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Luego de esto comenzó a desarrollarse una catequesis que abarcó desde bautismos, comuniones , confirmaciones, casamientos , además de reuniones para la preparación de la misas, tratando de adaptar los textos para la mejor comprensión en LSA ya que muchos términos litúrgicos no estaban incluidos dentro de dicho lenguaje.

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Las misas continuaron en la parroquia de la Inmaculada Concepción de Devoto por el traslado del P. Pepe . Allí se realizaron encuentros muy significativos , el primer Retiro Espiritual para la comunidad sorda , al cual concurrieron un total aproximado de más de 30 personas . En dicho retiro disertaron tanto oyentes como sordos que se prepararon con mucho entusiasmo para realizar este trabajo .De a poco y a medida que tomaban confianza ante algo tan desconocidos por ellos, fueron expresando sus vivencias que nos enriquecieron a todos .

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Continuó esta tarea el P. Pablo Molero, que también aprendió LSA. Varias actividades se fueron realizando:

• Vía Crucis con personas con diversas discapacidades en al Parque Centenario (11/4). Allí se acompañó el mismo con intérpretes en LSA.

• Catequesis en el Instituto Bartolomé Ayrolo dedicado a la enseñanza, de niños sordos. La presencia de Javier Latorre, catequista hipoacúsico, fue un aporte importante.

• Catequesis en el Instituto para sordos del Hospital de Rehabilitación Roca-

• Catequesis en la Parroquia Inmaculada Concepción de Villa Devoto con un grupo de  alumnos de la escuela para la enseñanza de niños sordo Horizonte hoy Cib.

• Celebraciones eucarísticas en varias iglesias: Parroquia Inmaculada Concepción, Catedral Metropolitana,

• Creación de Señas Litúrgicas, tarea que hasta ahora se continúa.